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Cirugia de nariz, precios y cómo es

Una intervención frecuente

La cirugía de nariz o rinoplastia es una de las prácticas de cirugía estética más comunes, y se realiza en personas de ambos sexos.

Se dirige a corregir la apariencia de la nariz en lo que hace al grosor, el largo, la punta, el ángulo, la línea del perfil, etc., con el fin de alcanzar un conjunto de mayor armonía en el rostro.

Motivos por los que las personas se operan la

En algunos pocos casos, la operación se realiza para restituir aspectos funcionales de la nariz, dificultada por defectos congénitos o fruto de accidentes o enfermedades. En ese caso se habla de una operación reparadora.

Mas en la mayor parte de los casos, la operación responde a una exigencia estética cuyo peso psicológico no es en modo alguno despreciable.

La nariz está sin dudas entre lo que más inmediatamente se percibe en el rostro. Incluso es probable que se perciba antes de encontrar la mirada, otro de los aspectos más visibles.

Tanto que una nariz muy prominente o con alguna deformidad no dejará de llamarnos la atención y posiblemente no veamos los otros rasgos.

La nariz es lo que termina de definir a los otros rasgos, al conjunto, al que da belleza o no.

Se dice que no hay narices horribles o hermosas en sí, sino narices que se llevan bien o mal con el resto de la cara.

Y es que precisamente siempre se está hablando de una belleza global, lograda o no por la nariz.

Es por estas razones que hombres y mujeres se hacen operaciones de nariz que, adecuadamente realizadas y tomando en cuenta el conjunto, pueden facilitar mucho la vida de esas personas, posibilitando una imagen agradable sobre la cual desarrollar una sana autoestima.

Importante: examinar las expectativas

En el momento en que alquien se decide a consultar a un cirujano plástico para realizarse una operación, antes debe tratar de clarificar sus expectativas y debe tratar de pasarlas por un filtro de sensatez. No por operarnos la nariz tendremos el rostro de tal actriz famosa o tal modelo.

Porque, insistimos, la nariz funciona como un rasgo en un conjunto de rasgos.

Por esta razón una vez determinadas las características que más nos disgustan de nuestra nariz (demasiado ancha o huesuda, extremadamente pequeña, con punta demasiado gruesa, etc.), debe procurarse comunicar todo esto al cirujano para que éste encuentre la forma óptima de nariz para cada uno, tomando en cuenta como dijimos la nariz original y el resto de la cara.

Principales clases de narices

Como es obvio, narices hay tantas como personas, porque ninguna nariz es igual a otra. Así y todo, pueden distinguirse por caso narices aguileñas, respingonas, puntiagudas, hinchadas, caídas o gibosas. Otra clasificación presta atención al dorso de la nariz, y las divide en cóncavo, convexo y recto.

Otras clasificaciones consideran únicamente las narices con defectos y distinguen: nariz respingona (que deja las fosas nasales a la vista, nariz grande o bulbosa (también llamada de borracho o payaso), nariz aguileña (punta descendida), pinochesca (nariz hiperproyectada), tipo en silla de montar (indicadora de problemas en el puente), nariz con giba, nariz chata, nariz demasiado respingada.

Rinoplastia, precios

Decir el precio de una operación de nariz en nuestro país no es fácil, ya que los precios de la cirugia de nariz cambian mucho con relación principalmente a: la clase de operación necesaria y el cirujano plastico que hará la rinoplastia.

Como es lógico, el precio de una cirugia de nariz estará en función de los honorarios del cirujano plastico, que no serán iguales para el experimentado que además es secundado por un equipo idóneo a su nivel, que otro recién recibido, o que otro que no es especialista sino sólo doctor en medicina y que por ley igualmente puede operar.

Los gastos de la operación también estarán en función de que ésta se haga en quirófanos habilitados, en sanatorios u hospitales equipados para cualquier dificultad que pueda advenir.

Por todo esto, hay que pensar que el buen resultado y la seguridad no deben dejarse de lado por el ahorro. Mejor ahorrar en otras cosas.

Clases de rinoplastia

Otro de los aspectos que influyen en el precio de la operación de nariz es la clase de operación que debe hacerse.

Primeramente las operaciones de nariz son de dos clases: abierta o cerrada.

Las cerradas son las más sencillas: el cirujano plástico hace incisiones dentro de los orificios nasales a través de los que accede a lo que va a corregirse, eliminando o implantando cartílagos o modificando el puente o la punta. Las cicatrices quedan escondidas en las fosas, lo cual es un punto a favor sin dudas.

Pero sucede que lo que se puede hacer en una operación de esta clase es muy limitado y el profesional trabaja sin ver. Por esta razón cuando es necesario realizar mayores modificaciones, se recurre a una operación abierta, en la cual se agrega a las incisiones internas una en la columela o base de la nariz, lo que habilita a despegar la piel, exponiendo la estructura para que el médico opere con precisión y comodidad. Normalmente la marca de la base es asimismo imperceptible.

Evidentemente, una rinoplastia abierta tiene un precio más alto que una rinoplastia cerrada.

También las cirugías se dividen en secundarias o primarias, según sea la primera oportunidad o no que se opera la nariz. Las secundarias son generalmente abiertas y son más complicadas; se realizan para corregir problemas no resueltos en la cirugía primaria o cuando por caso se realizan injertos, que necesitan su tiempo para establecerse bien.

Recurrir a un profesional especializado

La operación de nariz en sí misma es una operación segura y resultados bastante previsibles, siempre y cuando se consulte a un cirujano especializado.

Las intervenciones, que llevan una o dos horas en promedio, deben realizarse siempre en quirófanos habilitados. Se pone anestesia local con sedación profunda y con poca frecuencia anestesia general.

Tras la operación con el tiempo se va alcanzando a ver el resultado final.

Es fundamental que el aspecto final sea natural y que sea el esperado por el paciente, esto es, que el que se opera tiene que haber entendido bien cuál iba a ser el resultado, gracias a las fotos, dibujos y explicaciones que le habrá dado el médico.

Por esto es tan fundamental un especialista con mucha experiencia y trayectoria, que sea capaz de escuchar y meterse en las expectativas del paciente, y a su vez devolverle una idea certera del resultado.